lunes, 8 de diciembre de 2014

Historia de nuestro amor


Tú y sólo tú en mi camino
la esperanza e ilusión
eres destino pleno en adoración,
mi tierno hombre, aquel
que versa cual gorrión a mi corazón.

Tú y sólo  tú
eres breviario de mi religión,
dulce orfebre que ornamenta
mi piel-ostia en comunión,
el  salmista devoto
que con besos,  ensalzas el amor
que hoy florece en mí.

Qué sabia es la vida y el destino aquí
que como mar,  embravecido golpea
al espigón para paliar algún desamor
y decidir la vida junto a ti
un renacer al  llamarte mi amor
mi único amor.

Qué sabia es la vida y el destino aquí
que como mar,  embravecido golpea
al espigón para paliar algún desamor
algún desamor.



Escuchando esta melodía