Tú y sólo tú en mi camino
la esperanza e ilusión
eres destino pleno en adoración,
mi tierno hombre, aquel
que versa cual gorrión a mi corazón.
Tú y sólo tú
eres breviario de mi religión,
dulce orfebre que ornamenta
mi piel-ostia en comunión,
el salmista devoto
que con besos, ensalzas el amor
que hoy florece en mí.
Qué sabia es la vida y el destino aquí
que como mar, embravecido golpea
al espigón para paliar algún desamor
y decidir la vida junto a ti
un renacer al llamarte mi amor
mi único amor.
Qué sabia es la vida y el destino aquí
que como mar, embravecido golpea
al espigón para paliar algún desamor
algún desamor.
Escuchando esta melodía