miércoles, 28 de enero de 2015

Maderos ardiendo


"Ardiente latido, 
crujiente músculo
serán las cenizas
el olvido
de este corazón herido"

En el espejo


Sucede que del traspié
lo único que tengo en frente
es una cortina maloliente,
y atrás un espejo enmohecido 
del cual la niñez ha huido.

Sucede sí, que no podré
fluir por esos horizontes, capaces
de volverme una ilusionada loca,
que ciña a su vertebra, la poca
luminosidad de estrellas fugaces.

Sucede, como todo en esta vida
que los años su indiscreción
deja una realidad adolorida.


22/01/15

Antes que muera la tarde

ANTES QUE MUERA LA TARDE 

Sin temor que haga doblar las rodillas y hieran
en todo este eclipse de sol, desato mis recuerdos, 
donde los abismos eran columpios de ilusiones, 
un mar de vientos que olía a su perfume.

La esperanza todavía anidaba en mi pecho…
Todavía 
cuento las cuentas de ese rosario, 
titila mi pupila y oprimo los parpados
antes que muera la tarde en lluvia,
como cuando desfallecía en sus brazos.

27.01.15

Petricor

PETRICOR

El sensual perfume del caer 
la gota de lluvia eriza mis sentidos, 
huelen los poros 
y el tiempo 
queda en pausa.
entonces quisiera ser una minúscula sirena 
de ese charco 
que se formó en la tierra.

Agudo el oído escucha la melodía 
que va al ritmo de mi latido.

Paladeo casi el petricor 
en cada chasquito.

14.01.15

Colores de amor



La mañana abría sus ojos
con profunda congoja,
con llanto que escuchó
el viento consolador
que le acarició el talle
produciendo en ella rubor,
más despertó el sol 
y le cruzó el corazón,
de él salieron dulces rayos
amalgamando el día de amor.

El viento se quedó pensando
cuando sería el instante
que la mañana le diera un poquito
de su candor...

Destino




DESTINO

Peregrinar sin equipaje
nos permite estar dispuestos
a lo sorpendente del viaje,
tal vez sí, un paragüas
que nos sirva de escudo
cuando la pena del mundo arrecie,
y sus lágrimas caven surcos en la tierra
donde dejar una semilla, quien sabe...si al volver
sea raíz de un árbol, que nos dé sombra.

Caminar sin rumbo fijo, deja que encontremos 
caminos insospechados,
donde las estaciones son espejismos,
nidos de colinas, de pampas vigorosas, 
o de esos desiertos candentes
donde los duendes de ollas con oro 
con sus artilugios, atrapan el alma.

Sea oportuno entonces, tener colgado al cuello
un atrapasueños, que recuerde el sendero 
del peregrino y su destino.

08.01.15