Allá en el parque
regodeados en besos,
para envidia de todos
la esfinge parece
de carne y hueso.
Ni se si es la luz del cielo
o mi propio deseo,
o son estas visiones
la locura de mi anhelo.
¡Qué mas diera yo!
ser esa esfinge del pueblo,
ser abrazo con tu cuerpo,
tiraría petardos al viento
celebrando de contento.
Pero estoy aquí, mujer
en el mismo infierno,
chamuscada, anhelando verte
con este amor que siento.
15.02.14
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