domingo, 7 de diciembre de 2014

Ódiame


ÓDIAME

Empieza por fumigar
el recuerdo del primer día,
así matar el virus que con porfía
enferma nuestra vida.

Azuza una hoguera donde incineremos
correos, obsequios, abrazos,
coitos, miradas de esos instantes...

Llénate de voces lisonjeras
que seduzcan tu institnto
y silencien mis frases venenosas,
cuando en vez de decirte,
¡Cuanto te quiero!
decía: "Es tarde, ve con cuidado"
"Te has abrigado"
"¿Qué almorzaste?"

Deprimente, gris manera de
acariciarte.

La indiferencia
es un antibiótico efectivo,
usa el sarcasmo
para refregarme mis defectos,
mas no me mires a los ojos
que quizas al verte en ellos
puedas retractarte.

Alista delante mío
el mejor piropo para otras,
dales tu tiempo y atenciones,
y al sentir que me hieres
hunde tus dedos
en la sangre que me aflora.

Aquí, a piel viva
se firmará el certificado
sustentador,
que ambos estamos curados.