A veces pienso que el sarcasmo
es el único ingrediente que no vacila
entre tu vereda y la mía,
donde hartarse, es el pan diario
conque mellar el alma.
Voy de cola, con suspicacias,
deshaciendo todo lo logrado,
como el dinosaurio herido
que pisa la hierba,
quedando todo varado..
Y es que a veces creo
que todo esta enmohecido,
pues en los rincones sabes
las telarañas y la humedad
deprimen mi alma.
Allá afuera,
entre tu vereda y la mía
hay un camino a la felicidad,
donde dejar candeletas que atormentan
para tocar, las campanitas de libertad.
Que minúsculo es el instante de un beso
cuando se vive de espaldas a la realidad.
20.03.14
No hay comentarios:
Publicar un comentario