martes, 20 de enero de 2015

A fuego y lluvia


¡Oh, Tea de este fuego!
flama que me consume, turba y puebla,
obrando cauces opuestos al ego,
deslomando el recelo que a mi energía rebla

Melodiosa saeta podadora de niebla,
tatuador que preludia mi sosiego,
voy siendo esa mujer de lluvias debla,
el chubasco que alego.

¡Oh varón! singladura que cautiva
del prado el sumo fértil, de los labios florados,
y del destino gota perceptiva...

Runrunea... mí eolo, atiza lo abrazado,
soy la mujer, caricia que cultiva 
la lluvia y fuego, germen del enclave cuartado.


Maricruz Díaz
22.12.13

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