martes, 20 de enero de 2015

Labor de cuentería


Voy llegando al destino,
poco importa, si es plaza,
si acaso una escuela,
unas veces con acera,
otras, solo polvo y esteras.

Voy llegando
con el alma que transpira ansias,
algo nuevo se desata,
aunque repita un cuento
siempre ...siempre 
no será como el primero.

Y ahí me abren sus puertas,
sus vidas, la esperanza 
que nunca es a medias.
En sus ojos bebo sueños
y de sus labios la riqueza,
esa, me llevo en los bolsillos
¡Ah si supieran!... ¡van repletos!.

Sin todo este alimento
te aseguro hermano(a) 
que el cuentacuento,
quedaría enmudecido
sin la razón de leer mas cuentos,
sin historias, sin mitos, ni leyendas
que la oralidad generosa defienda.


Maricruz Díaz.
1ro de agosto 2014

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